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Alicia vuelve al Submundo (Cap3)

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PrincessMeridaFan's avatar
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Capítulo 3

La mala noticia

Llegábamos pronto al viejo molino de la Liebre de Marzo y allí estaban ellos, tomando el té como siempre.
-Como lo oyes, Mally – decía el Sombrerero – la semana pasada hice un sombrero del tamaño de la ventana del molino.
-Anda ya – replicó Mally – si es cierto, enséñamelo.
-Está bien.
En ese momento, el Sombrerero sacó de debajo de su sillón, en efecto, un sombrero del tamaño de la ventana del molino.
-¡Vaya, pues tenías razón, es exactamente del tamaño de la ventana! – reconoció Mally.
-Te lo dije.
-Y, ¿te lo vas a quedar tú o se lo vas a regalar a alguien?
-Pues, no sé, pero supongo que podría regalárselo a la Reina Blanca o a… - de pronto reparó en que Alicia y la Reina Blanca estaban allí – ¡Alicia!
-¿A Alicia? – se extrañó Mally pero luego se giró y las vio.
-Buenos días, chicos – saludó Mirana.
-Buenos días, alteza – dijo el Sombrerero - ¡Alicia! - añadió dirigiéndose a mí y enloqueciendo cómo él suele hacer - ¿Cómo es que estás aquí? ¿De dónde has salido? ¿Cómo es posible que hayas vuelto tan pronto? ¡No me lo creo!
-¡Sombrerero! – Le devolví a la realidad, como yo solía hacer -  Te dije que volvería antes de que te dieras cuenta – dije.
-Queríamos que vinierais a Marmóreo para que estuviéramos todos juntos y contarle a Alicia nuestro problema, después iremos al bosque misterioso a mostrárselo – dijo Mirana.
-Por supuesto, su Majestad – dijo Tarrant.
Así que nos fuimos hasta allí. Tarrant y Mally montaron conmigo en el Magnapresa y Chessur se evaporó, así llegamos hasta Marmóreo de nuevo.
Allí, todos fuimos al comedor y Mirana empezó a contarme el problema:
-Verás, querida, todo empezó antes de que vinieras la última vez. Recientemente, hemos descubierto que mi hermana había estado planeando una alternativa en el caso de que tú mataras al Galimatazo y esa alternativa consistía en que cultivaría unas semillas de unas misteriosas plantas del Submundo que desconocemos. Las llevaba cultivando desde que tú volviste y las dejó en su castillo creciendo cuando yo la desterré a las Tierras Salvajes. Al plantarlas, se ha creado un bosque en frente de su castillo, en Salazem Grum con plantas enormes y venenosas, como lo he investigado. Sospechamos que lo hizo para seguir manteniendo al Submundo bajo su dominio claro que indirectamente, porque esa planta va creciendo cada vez más y ya casi ha embadurnado de verde todo Salazem Grum. Nuestra esperanza es que puedas destruirla pero no sabemos cómo lo harás, por eso he mandado traer el Oráculo.
Al oír eso, McTwisp se levanto y salió del comedor, volvió al cabo de un rato con el Oráculo en las patas. Se acercó a la Reina y se lo ofreció.
-Ah, aquí está, gracias McTwisp – dijo Mirana recogiéndolo – Bien, veamos, aquí está el Gleb, el Keltikidik… ah y el día Precioso que es hoy, cuando vuelves.
-Ya veo – dije.
-Bien, busquemos el día Verdoso
-¿Verdoso? – pregunté
-Sí, cuando destruyes la planta. Ah, lo encontré, pero unos días antes estamos en el castillo de mi hermana, cogiendo un libro… Interesante.
-¿Para qué? – pregunté.
-Ah, ya lo sé, se supone que no sabemos nada acerca de esa planta, por tanto debemos ir primero al castillo de mi hermana y buscar ese libro, porque en la ilustración del día verdoso sólo sales tú entrando en la planta y eso no nos dice nada sobre cómo acabar con ella.
-Entiendo – dije.
-Entonces, debemos ir, pero primero comamos, con tanto ajetreo se nos ha hecho la hora de comer.

Vinieron el resto de los cocineros y nos trajeron un gran banquete. Había de todo: carne, pescado, pan, pasta… Y otras cosas del Submundo que desconocía. Estaba todo riquísimo, y si algo no te gustaba le podías verter la última poción creada por Mirana que servía para ponerle a la comida el sabor que quisieras.
Todo era maravilloso. Cuando acabamos todos nos dispersamos, incluida Mirana. Yo fui un momento a mi habitación y allí me encontré a Tarrant. Estaba mirando el título de algunos libros de la estantería que Mirana tenía por allí. Al verme, sonrió y dijo:
-Alicia, ¡qué bien que hayas decidido venir justamente aquí! De hecho, te estaba esperando, quiero enseñarte algo.
-De acuerdo  - respondí - ¿Qué es?
Tarrant abrió mi armario y saco el sombrero que era tan grande como la ventana del molino de la liebre.
-Quiero regalártelo, pero no es lo único que quiero enseñarte.
-Muchas gracias, me encanta. Es azul, mi color favorito y tiene extrañas piedras del Submundo pegadas en el lazo blanco. – dije recogiéndolo -  ¿Qué piedras son?
Pues, está es la azulita – dijo señalando una piedra azul celeste – la marmolita – y señalo una blanca como el mármol – la zafirina, la turquesina y el cobalito – todas azules - .
-Son preciosas.
-La verdad es que lo hice pensando en ti, en mi mejor amiga – dijo Tarrant.
-Muchísimas gracias.
Era el sombrero más bonito que haya visto nunca, era azul celeste con piedras preciosas pegadas en él y una cinta blanca con corazones azules estampados. En la cinta había también pegadas las piedras que Tarrant dijo y tenía una tarjeta con un número como la del sombrero del sombrerero.
-¿Qué significa este número? – pregunté.
-Es el número del clan de los Altascopas – respondió Tarrant – es que… para mí eres como de la familia.
-Vaya, muchísimas gracias – dije sonriendo – ¿qué otra cosa querías enseñarme?
-Esto - dijo buscando en su bolsillo.
Entonces, Tarrant sacó de su bolsillo un pañuelo de tela que parecía tejido a mano y estaba tejido en él su árbol genealógico. Había un montón de caras unidas con flechas y con sus nombres debajo, todos se apellidaban Altascolpas y todos tenían sombreros.
-Quería presentarte a mi familia, los Altascopas – dijo.
-Erais una familia muy grande – cuando dije eso, su rostro se ensombreció. Pensé que estaría recordando el día Horribloso, el día en el que su familia fue asesinada por el Galimatazo, así que decidí rectificar – No te sientas culpable por lo que pasó, no pudiste hacer nada, estabas defendiendo a la Reina Blanca y aunque ella no hubiera estado allí, tampoco habrías podido evitarlo, además ya están vengados.
-Gracias, por vengarlos – dijo.
-De nada, ¿me los presentas?
-Claro, verás estos son mis abuelos paternos: Gargene y Marline Altascopas – dijo señalando a un hombre mayor con barba, el pelo blanco, bien vestido, con un traje marrón con corbata a rayas blancas y negras y con un sombrero de copa color negro con una cinta blanca y a una señora con el pelo blanco recogido en un moño alto y complicado de hacer, un vestido rojo con flores estampadas y un sombrero de copa también rojo con una cinta de flores azules y verdes.
-Vaya, debieron ser muy mayores cuando se tejió esto – dije.
-Sí, lo tejió mi hermana Sunnyhat.
Entonces miré y localicé a Tarrant, al lado suyo había tres chicas y dos niños de unos 8 o 9 años.
-Esta es Sunnyhat – dijo Tarrant señalando una de las chicas que estaban a su lado.
Sunnyhat era muy guapa, era más mayor que Tarrant, a juzgar por el aspecto.
Se parecía mucho a Tarrant, era pelirroja, como él, tenía el pelo rizado recogido en una coleta alta, su piel era muy clara, pero no tan pálida como la de Tarrant, y tenía pecas. Sus ojos eran verde esmeralda y llevaba un vestido verde del mismo color que sus ojos con una flor con cara humana azul en el centro de su pecho. Su sombrero era verde con una cinta azul y con otra flor con cara humana de color rosa en la cinta.
Al fijarme en las flores con cara, Tarrant dijo:
-Llamaba a sus flores Roseclaire y Daisyline, eran sus mejores amigas. Bueno – prosiguió -  Estábamos con mis padres y mis tíos. Estos son mis padres: Hanlet y Elsemar Altascopas.
Hanlet tenía el pelo color castaño, la piel clara y los ojos azules. Su sombrero era de color amarillo con una cinta blanca con margaritas estampadas, su traje era negro con una corbata amarillo limón y estampada con margaritas blancas como su sombrero.
Elsemar era pelirroja y tenía los ojos verdes como los de Tarrant y Sunnyhat y una melena larga, rizada (como la de Sunnyhat) y suelta. Llevaba puesto un vestido violeta a juago con su sombrero también violeta con una cinta también blanca.
-Mis tíos, hermanos de mi padre: Willmane y Charmine Altascopas.
Willmane era pelirrojo también y tenía el pelo rizado, sus ojos eran marrones y vestía lo mismo que su hermano sólo que en azul violeta igual que su sombrero.
Charmine era rubia y tenía su larga melena lisa recogida en dos largas trenzas, sus ojos eran violetas y su vestido, rosa, al igual que su sombrero.
-Mi madre no tenía hermanos, pero te presento a los míos. Son Sunnyhat, la mayor, Breena, la mediana, después voy yo, luego va mi hermana Kalty y mis hermanos gemelos Timley y Danley.

Breena era castaña cobriza, tenía el pelo liso y suelto, vestía un vestido azul turquesa con dibujos de conejos y flores negros, su sombrero era turquesa también.
Kalty era rubia claro, con el pelo liso y recogido en un moño alto y los ojos violetas. Llevaba un vestido color lavanda a juego con su sombrero color rosa.
Timley y Danley eran pelirrojos como Tarrant y tenían sus enormes ojos verdes, vestían los dos de naranja.
Luego señaló a una niña, hija de sus tíos de nombre Laimcy.
-Esta es Laimcy, mi prima, era más pequeña que mis hermanos y tenía esta edad cuando murió, 9 años. Mi hermana acabó de tejer esto un día antes del día Horribloso.
Laimcy era una niña muy guapa, era castaña, con el pelo liso recogido en una coleta y los ojos marrones. Llevaba un vestido naranja y azul como su sombrero.
En ese momento llamaron a la puerta.
-Adelante – dijo Tarrant.
Entró Mirana que dijo:
-Debemos irnos ya si queremos ir antes de que anochezca.
-De acuerdo, vamos  - dije.
El tercer capítulo de la historia. Disfrutadlo!!!
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Comments2
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LaSaNdRi's avatar
Genial!! Si que estabas inspirada ¿eeeh?
Ya sabes, espero la conti
Un bsito prima